Esta es otra forma de la Clarividencia, llamada Clarividencia Espontánea. El sujeto recibe la información sin motivo aparente, de improviso, estando o no en un EAC (Estado Alterado de Conciencia).
Otra forma más sería la Clarividencia Voluntaria, en la que el sujeto puede forzar la aparición por medios mentales o físicos. Entre las primeras estaría la Mediumnidad y entre las segundas todas las mancias, ya que el sujeto se ayuda para su concentración y videncia con distintos objetos, como cartas, bola de cristal, posos de té o café, huesos, palitos, runas, etc. A su vez las mancias se agrupan en cartas y manos por una parte (cartomancia y quiromancia); otras mancias, y un tercer grupo integrado por sistemas como el I Ching y la Astrolomancia.
El primer sub-grupo de la videncia voluntaria, que engloba a las mancias realizadas con cartas o las manos, puede materializarse a través del Tarot clásico u otros tipos de cartas. De hecho existen cientos de modelos de cartas del Tarot aunque algunas son más utilizadas por los videntes, como el Español, el de Marsella, el Rider-Waite, Egipcio, Simbólico, Esotérico. En este punto surge la controversia acerca de si son las cartas las que dicen el destino o es el vidente quien lo percibe ayudándose con los naipes simplemente como un soporte físico o vehículo de contacto.
Lo más probable es que se trate de una combinación de ambos elementos o que se complementen, pues concretamente el Tarot es depositario de una compleja y muy antigua filosofía esotérica, un elaborado compendio de Saber Oculto, confiado a símbolos gráficos de importantísima transcendencia. Con todo esto y con las diversas tiradas del mazo de cartas, el vidente recibe una consecución de símbolos que habrá de traducir a un mensaje comprensible. Claro está, en honor a la verdad (ciencia analítica) el cartomante descifrará la tirada de acuerdo a un código establecido que, previamente, habrá aprendido, con lo que el simbolismo esotérico (inmensamente profundo y verdadero) del Tarot queda supeditado a la adaptación y transcripción que de las tiradas se hayan efectuado anteriormente. Además, no son pocos los especialistas que supeditan, en lo que al Tarot se refiere, la videncia al estudio iniciático.
La explicación de que los naipes sirven como un soporte físico a la percepción del vidente es apoyada por la parapsicología científica, ya que el sensitivo es el receptor de la información a través de un canal psíquico; los aciertos más exactos y continuos se dan en cartomantes que usan su videncia, en vez de intentar una interpretar fiel del resultado de la tirada de naipes y algo similar ocurriría con los Quiromantes.
Para el segundo grupo citado: bola de cristal, posos, etc., la explicación es que estos individuos utilizan como soporte el uso de su propia PES.
En estos casos se trataría del propio sujeto, aunque a veces él mismo no es conciente de lo que hace. El procedimiento normal es una breve concentración observando la bola de cristal o el elemento que haya seleccionado para su percepción, hasta lograr que la mente se abra al conocimiento, recibiendo la respuesta.
El tercer grupo, que incluye al I Ching y la Astrolomancia, podemos explicarlos de manera muy similar al primero; ambos sistemas adivinatorios son depositarios de un saber oculto que en el caso del I Ching, se trata de milenaria filosofía china que ha sintetizado todo su saber en los llamados hexagramas. En el caso de la Astrología Occidental, basada en la antiquísima Sumer, se recogen claves matemáticas y astronómicas.
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